martes, 25 de octubre de 2011

La idea de encontrar ofertas de empleo...

En el post anterior hablaba sobre mi intención de encaminar mi formación profesional hacia la investigación (y gestión) en comunicación política.
Esta vez se trata de detectar ofertas de trabajo al respecto. Para ejercer en estos perfiles hay que formarse con un máster específico, trabajar en algún gabinete de comunicación, como dircom, como asesor de comunicación en prensa, o dar clases en la universidad como profesor asociado. Por supuesto, estas opciones no son incompatibles entre sí; de hecho, lo ideal sería poder combinarlas e ir adquiriendo competencias en cada una de ellas.

Para buscar ofertas de empleo hay varias páginas recurrentes como: trabajos.com, es.jobomas.com, infojobs.net, empleo.trovit.es, primerempleo.com, infoempleo.com, es.trabajar.com, www.laboris.net, opcionempleo.com, etc.

En la mayoría de ellas no hace falta estar registrado para ver las ofertas; pero para acceder a más información, subir tu currículum y que las empresas puedan contactar contigo, sí es necesario registrarse.
Estas páginas ofrecen bastantes facilidades en la búsqueda de empleo, pero quizás para perfiles más académicos y concretos como éste, no son tan útiles.
Aún así, he encontrado algunas ofertas relacionadas con la comunicación, de las que he obtenido los siguientes datos: el tipo de contratación suele ser “a convenir”, la jornada varía entre completa y media; el salario (que no suele aparecer) rondaría en unos 1200€ al mes (jornada completa) y unos 450€ al mes (media jornada).
También es relevante apuntar que las ciudades en las que hay más demanda son Madrid y Barcelona; pero sobre todo tener en cuenta que los idiomas –principalmente el inglés- son imprescindibles.

En todas ellas se requiere una experiencia profesional mínima, que va desde un año hasta cinco. Entonces, me he planteado, ¿cómo consigo la experiencia si en principio ninguna empresa contrata sin ella? Bien, en ese punto he decidido buscar en Google “prácticas en empresas” y “prácticas remuneradas en empresas”. Así, he dado con varios portales dedicados a gestionarlas y ofrecerlas. Algunos de ellos son: studentjob.es, aprendemas.com, y becas2012.net. Por otra parte, cada universidad suele tener uno propio; por ejemplo gipe.ua.es en la Universidad de Alicante, o servicio.us.es/spe en la de Sevilla.

En cuanto a las competencias y habilidades que solicitan son, en general, ser una persona versátil, paciente, con capacidad de adaptación y que cree un buen ambiente de trabajo, que sepa desarrollar y supervisar todas las acciones de comunicación y marketing, y que contribuya a alcanzar los objetivos del negocio.
Centrándome en un perfil más cercano al de la asesoría e investigación política, he dado con este artículo que señala varias características y habilidades, como son «tener una visión global del mercado, economía y sociedad, adaptabilidad a las demandas y necesidades, investigador, analítico con capacidad de interlocución». Respecto a la formación académica hay que ser plural, pues «tiene que saber de comunicación, de ciencias políticas, algo de derecho, algo de sociología». También debe analizar y seguir las campañas electorales en otros países ya que «la forma de hacer campaña siempre se inspira en otros candidatos o en otras campañas». El artículo hace un símil que me gusta con un director de orquesta, debido a que tiene que coordinar muchos equipos, que hacen cosas diferentes, y que tiene que tocar en la misma dirección.

Después de investigar para llevar a cabo esta práctica, comparar las distintas ofertas, facilidades y dificultades, podría decir que: uno, necesito conseguir obtener algún título que certifique mi nivel de idiomas; dos, que es un aspecto positivo que quiera moverme y trabajar en otras ciudades y países; y, tres, que creo que potencialmente cuento con las competencias y habilidades esenciales (esto es, que puede ser una buena idea seguir formándome en este camino). Pero bueno, como dice Rafa Laza en esta entrevista “el consultor político no debe dejar de formarse nunca”.

Otros enlaces de interés:

martes, 18 de octubre de 2011

Buena Pregunta

Cuando leí que en esta ocasión tendría que escribir sobre en qué perfil profesional me gustaría desarrollarme, pensé “buena pregunta”. Estudio Publicidad y RRPP principalmente porque me interesa la comunicación, porque creo que es una herramienta muy poderosa y hay que saber aprovecharla y utilizarla. Para ser buenos comunicadores tenemos que tener una visión global de los diferentes medios de comunicación social y su interacción con las personas, incluyendo –sin lugar a dudas- la educación.


Los perfiles más habituales de la carrera me gustan, pero creo que yo no estoy hecha del todo para ellos. De éstos, el que más me llama es la planificación estratégica, por sus características, por sus conceptualizaciones;  pero no me veo trabajando como planner en una agencia.

El curso pasado tuve una asignatura de comunicación política, que parece que empezó a marcarme más el camino. Seguro que tuvo algo que ver que los profesores que la dan son de los mejores y más competentes con los que he tenido el placer de contar.
Así, esta práctica la llevaré a cabo pensando en un futuro como asesora en comunicación política.
En cuanto a quiénes son los profesionales que han triunfado en este perfil, y líderes de opinión que del sector, habría que hablar de Antoni Gutiérrez-Rubí, asesor de comunicación y consultor político, que dirige Ideograma (una consultora de comunicación estratégica), es profesor de los másteres de comunicación de distintas universidades y además autor de varios libros (que cuentan con una versión en Ebook, gratuitos). En cuanto lo relativo al análisis, modelos y comprensión del lenguaje político, George Lakoff es clave, en tanto que lingüista cognitivo que ha estudiado la naturaleza de los sistemas conceptuales humanos a través de su teoría sobre el pensamiento metafórico. Luego podríamos hablar de Manuel Castells, sociólogo que ha estudiado y escrito sobre la estructura del poder en la sociedad red; Rahaf Harfoush, coordinadora la campaña de comunicación online de Obama; Rafa LazaRoberto Izurieta, Iván RedondoJonathan Haidt o E. Goffman.

Respecto a las competencias y habilidades que requiere este perfil, entiendo que las básicas serían capacidad de organización, coordinación y planificación; habilidad para gestionar información desde diferentes fuentes, capacidad competitiva para resolver problemas y tomar decisiones y saber aplicar los conocimientos a la práctica.
Para hablar sobre las competencias concretas, hago un resumen de lo que he visto en varios másteres sobre el tema. Éstas, serían: conocer y tener capacidad para manejar el concepto de comunicación institucional en general y política en particular; capacidad para elaborar planes de comunicación institucional y política, así como campañas electorales; conocer la vinculación de la persuasión y la propaganda con la comunicación política; desarrollar y usar aplicaciones del Marketing comercial a los ámbitos institucional y político; comprender y analizar estudios sobre opinión pública conocer y tener capacidad para diseñar, planificar y gestionar estrategias, planes y modelos de comunicación para un proyecto de comunicación institucional y política en todas sus etapas y facetas.

Creo que cuento con las competencias básicas, y en cuanto a las específicas, hay algunas que he empezado a adquirir en la carrera, por cursar asignaturas de comportamiento político, comunicación política y propaganda. Para ir adquiriendo las demás, lo más adecuado sería hacer un máster al respecto. Pero lo más importante es ser proactivo, leer la bibliografía recomendada, y saber aprovechar los recursos que están en la red.

Lista de enlaces relacionados con este perfil:

martes, 11 de octubre de 2011

Ahora soy yo, más todas mis redes.

Autocrítica de nuestra presencia en la Red

Google es como un espejo que proyecta nuestro reflejo a toda la red, aumentando nuestra visibilidad y campo de actuación. Para lo bueno y para lo malo.
Por ello es importante saber construirse una reputación online de forma adecuada, porque todas nuestras actuaciones conllevan consecuencias, porque lo que se sube a la red deja huella. Ya lo dijo Toni Segarra: Internet ha hecho más transparente la realidad.

Tenemos que ser conscientes de lo que publicamos, tanto desde el punto de vista personal como profesional, pues ahora estamos integrados por varios “yo”, los de nuestras redes, que se mueven con nosotros.

Somos responsables de nuestra reputación; es personal e intransferible.
Por eso, gestionar adecuadamente nuestra reputación se puede convertir en una oportunidad profesional. Sabemos que, cada vez con más frecuencia, las empresas buscan candidatos en las redes sociales y también que contrastan la información de nuestro currículo en la Red. Por eso tenemos que ser consecuentes con lo que comunicamos públicamente, teniendo a veces que “autocensurarnos”.

Está claro que este proceso de gestión de la reputación conlleva esfuerzo, y no es inmediato; pero también es una oportunidad mostrar y demostrar lo que sabemos, lo que hemos hecho y lo que somos capaces de hacer.


La red nos da la posibilidad de reinventarnos, de construir una identidad en términos comunicativos, esto es, pensando en unos objetivos dentro de un contexto (o mercado) y dándolos a conocer a través de un mensaje claro y directo.
Para ello, primero hay que analizar lo que somos y lo que queremos llegar a ser (siguiendo en el paradigma de la comunicación, gestionar nuestra marca personal –personal branding-.)
No se trata de algo nuevo, ya que todos –de una forma u otra- nos preocupamos de la percepción que tienen de nosotros el resto de personas (esto es, de nuestra reputación). Ahora hablamos de una visión global e integral. De una nueva dimensión.


Debemos informarnos para poder dentificar cuáles son las plataformas más adecuadas para llevar a cabo nuestros objetivos. Hay que saber qué tipo de personas y conversaciones se mueven ahí, cuáles son sus intereses, en qué nos diferenciamos de ellos y en qué somos similares; ya que en la red el intercambio de información es constante y su valoración está estrechamente ligada a la confianza entre los usuarios.


En cuanto a mí, al poner mi nombre en Google me aparecen algunos resultados relacionados con la música, con algún concurso, o con algo de comunicación. No aparecen mis perfiles en redes sociales porque para ellos tengo un “nick”, pero está claro que podría gestionar mi reputación digital de una manera más eficaz, enfocándola a los temas que más me interesan profesionalmente (la comunicación, la educación, la estrategia, la comunicación política, la gestión cultural…). Después de informarme para hacer este post, soy más consciente de la necesidad de ello.

Al fin y al cabo se trata de comunicar (todo comunica) y no podemos perder de vista que lo importante es el contenido, que seamos capaces de generar un contenido relevante y sepamos compartirlo eficientemente.


Enlaces:
Slideshare

martes, 4 de octubre de 2011

(S)elección laboral

Cuando estás terminando la carrera empiezas a plantearte –ya en serio-, qué viene después. Y digo “viene” porque cada vez hay menos opciones, menos ofertas y mucha más demanda. Sobre todo en el ámbito de la comunicación.
Por una parte te dicen, lees, escuchas, asumes, que lo más importante es especializarse en algo muy concreto; por otra, que lo mejor es formarse en varias cosas a la vez.
Bien, quiero saber qué espera de mí el mercado laboral cuando termine la carrera y qué es lo que yo puedo ofrecer. Para eso es fundamental conocer el panorama actual de los grupos de empleo, pues uno de los desajustes más importantes entre la oferta y la demanda de empleo proviene del desconocimiento de la situación actual y la posible evolución del mercado de trabajo.
Actualmente, dado que el contexto de crisis busca ahorrar costes aumentando la rentabilidad,  se apuesta por el profesional multidisciplinar con capacidad para diversificar sus campos de acción. Citando a Puri Paniagua, de Neumann International, “lo importante es contar con unos conocimientos en profundidad de una determinada materia e ir desarrollando aptitudes relacionadas con esa profesión”. Esta visión podemos complementarla con lo que propone Ignacio Hernández de la Torre, executive manager de Page Personnel: estar especializado en pocas áreas si se aspira a un puesto de experiencia baja o media, y tener una visión más global a medida que el cargo sea mayor.
Parece claro que para tener éxito la clave es una formación constante y diversa, es decir, practicar el aprendizaje permanente (Lifelong Learning). Relacionado con esto, son relevantes dos conceptos “modernidad líquida”, del sociólogo y filósofo Zygmunt Bauman; y “flexiguridad”, concepto proveniente del mercado laboral danés.
Por otra parte, muchas empresas valoran especialmente competencias profesionales probablemente más relacionadas con rasgos individuales que con la propia formación académica y en idiomas, porque ésta se da por sentada. Pero también es necesario corresponder dichos conocimientos con una actitud receptiva y proactiva. En cualquier caso, hay que generar sinergias entre ámbito académico y el mundo empresarial; pero una vez dentro del sistema, somos una pieza más y, para estar a la altura de la situación, cada uno tiene que saber explotar su potencial al máximo y aportar soluciones que marquen la diferencia.
Otro aspecto a tener en cuenta, es el cambio generacional. No se trata de comparar a los jóvenes de ahora con los de antes, si no de comparar es una sociedad con la otra. “Los valores que cambian son los de toda la sociedad (…) no es negativo combinar el trabajo con el ocio, y cuando se habla de irresponsabilidad, hay que hablar de una sociedad entera desresponsabilizada, y eso es otra historia", señala Javier Elzo, catedrático de Sociología de la Universidad de Deusto.

Los menores de 30 años no queremos que el trabajo sea el centro de nuestra vida porque es importante para nosotros llegar a conciliar lo laboral con lo privado. Según palabas de Encarnación Maroño, de Adecco, "los jóvenes no quieren ser medidos por las horas de trabajo sino por sus objetivos, y no quieren que su vida gire en torno al empleo". La gente joven reclama un tipo de liderazgo más participativo, de colaboración. Para tener mayor rendimiento, es imprescindible estar satisfechos en el trabajo y cada vez es más importante la flexibilidad y tener una buena relación con los compañeros frente al salario que podamos ganar. Además, unas estructuras más planas no implican menos esfuerzo ni asumir menos responsabilidades.
Sin embargo, al haber una tasa de paro tan elevada (22% para los jóvenes de 25 a 29 años, y del 34,65% para los de 20 a 24), muchas veces hay que aceptar trabajos para los que estamos sobrecualificados y bajos salarios; o directamente salir de nuestro país en busca de mejores condiciones. 
Siendo licenciado en publicidad y relaciones públicas, se presupone una formación especializada en la creación, diseño, producción y estrategias de comunicación. También debemos saber crear y proyectar imagen de empresa para con sus públicos y su entorno. Pero el sector de la comunicación, es muy dinámico y los cambios tienen un ritmo acelerado. Por ello la autoformación y la formación interna son bastante relevantes, sobre todo tras el auge de los medios 2.0, que también ha hecho que aumente considerablemente la demanda de perfiles digitales de gestión de redes sociales y también expertos en SEO, SEM, desarrolladores de aplicaciones y analítica web.

¿Qué puedo aportar yo en el ámbito de la comunicación? Bueno, independientemente de mi opinión sobre el mundo de la publicidad, creo que lo importante es saber que nos hemos formado para saber utilizar importantes herramientas comunicativas, y que lo que venga después dependerá de nuestra habilidad para seguir formándonos en todos los aspectos, para así dar lo mejor de nosotros mismos, ya sea para perpetuar algo en lo que creemos, o para cambiarlo y mejorarlo.
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