martes, 6 de diciembre de 2011

Todo comunica

La siguiente entrada trata sobre la charla impartida por Pep Rubio el 30 de noviembre sobre comunicación no verbal (CNV), enfocada hacia la inserción laboral. 
A la hora de comunicarnos en público, ya sea ante una multitud o una comunicación interpersonal, todos sentimos cierta inseguridad y cierto miedo. Ante esto, el cuerpo tiene determinadas reacciones fisiológicas que muchas veces no podemos evitar (microexpresiones).
Todo el cuerpo transmite información, y el lenguaje de los gestos es reflejo externo de la situación emocional de nuestro organismo.
Como dijo Nietzche: “La boca puede mentir, pero la mueca que se hace en ese momento revela, sin embargo la verdad”.

No podemos perder de vista la importancia de los contextos, por eso decimos que hay un orador para cada ocasión, tanto en lo referente al tema a comunicar, como por el público asistente. Pero lo más importante a la hora de hablar en público es marcarse unos objetivos y tratar de alcanzarlos. Uno de los objetivos suele ser convencer, llegar a un acuerdo; para ello existe la persuasión y la argumentación, que se llevan a cabo a través del lenguaje (que cumple cuatro funciones: informar, entretener, influir y actuar).

También podemos equiparar el acto de hablar en público al de bailar, en el sentido de que el cuerpo va ganando seguridad y confianza. Por eso, conocer las barreras de cada uno es la clave para superarlas. En cualquier caso, hay que saber poner el freno y ser conscientes de la situación del proceso comunicativo en cada momento.

La música también es comunicación no verbal y muchas veces se olvida. Es una herramienta clave para inyectar estados de ánimo al personal, ya que la música armónica, activa e incita a pensar.
Los elementos de la CNV son los gestos, el olor, el tacto, la música, el atuendo… en definitiva, todo el cuerpo transmite información.

Centrándonos en los gestos, sacamos a colación la recurrente imagen de los tres monos sabios, que representan las conductas de CNV con las que nacemos, y que con el tiempo vamos aprendiendo a contenerlas (las replicamos, pero más sutilmente). Por ejemplo, tocarse el cuello demuestra incomodidad o duda; llevarse la mano a la boca denota que queremos decir algo pero no nos atrevemos, etc.


Éste es un ejemplo de que hay que conocer y  saber controlar nuestra CNV, aunque sin obsesionarse ya que también es muy importante la interpretación que pueden hacer los demás; por tanto hay que comportarse con naturalidad: no forzar la CNV (que no se note que la estamos controlando, o que estamos fingiendo).

El lenguaje de los gestos es reflejo externo de la situación emocional de nuestro organismo: contenido y forma van inevitablemente enlazados. Todos leemos el cuerpo, en un proceso más o menos consciente de búsqueda, y existen formas de entrenamiento. Por ello tienen cabida la intuición, los estereotipos, los modelos… Por tanto debemos evitar lecturas negativas. Una curiosidad es que fisiológicamente, las chicas analizan más que los chicos.
Aplicando la CNV a las entrevistas de trabajo, uno de los aspectos a tener en cuenta es el efecto espejo, esto es: tendemos a replicar la emoción-ánimo a la persona que tenemos enfrente. Copiamos comportamientos, la sonrisa se contagia, así que es una buena estrategia sonreír en una entrevista e intentar mostrarse receptivo, hacer que los demás estén cómodos y aprovechar las oportunidades.

Otro aspecto clave es el elemento del saludo universal: el apretón de manos. Tiene varias características, como son la temperatura, humedad, fuerza, contacto visual, tiempo… Pero sobretodo, la posición de la palma es clave: mano abierta (franqueza) o cerrada (inseguridad); hacia abajo (dominación) o hacia arriba (sumisión), etc. Por eso, lo ideal es dar la mano recta, que implica equilibrio.
También existen formas de contraatacar un apretón de manos dominante, como por ejemplo dar un paso hacia adelante, poner la palma sobre las manos entrelazadas o coger el brazo. Por otra parte, hay que evitar dar la mano con mucha fuerza (hidráulica), sudada (pescado), con mucho movimiento (huracán) sólo los dedos (pianista), etc.

Los emblemas (gestos estandarizados) también podemos incluirlos dentro de la CVN, y también hay que saber utilizarlos adecuadamente. Por ejemplo, el dedo índice acusa, mientras que hacer un círculo con éste y el pulgar, no; tener las manos unidas transmite seguridad, etc.
A la hora de sentarse influye el tipo de asiento, la orientación (no es bueno estar completamente enfrente, es mejor girar un poco). Es recomendable inclinarse ligeramente, con las manos enlazarlas suavemente, con los codos hacia fuera. No es recomendable cruzar los brazos, ya que se transmite cerrazón del cuerpo y por tanto se extrapola a la mente. Para contrarrestar esto, mostrar las palmas, sonreír, inclinarse hacia adelante, darle importancia, mostrar un documento, etc.
La mirada también es importante. Hay que poder mantenerla, pero también dar un tiempo a la otra persona para que nos pueda examinar brevemente. Los elementos de la mirada son el parpadeo (puede indicar cansancio, agobio, aburrimiento) y la pupila (mayor dilatación a mayor interés).

Para terminar, es necesario aclarar que denotar no es significar, sino que hay que leer en el contexto, ser congruentes con el Mensaje que se transmite. Por eso mismo, también es importante controlar nuestra presencia en las redes y saber que una entrevista de trabajo acaba al llegar a casa.


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